SANDERS, JAMES
Cuando comencé la investigación para el libro esperaba encontrar evidencia de la política popular; sin embargo, no esperaba encontrar lo que descubrí en los archivos: una cultura política republicana tan democrática e innovadora como cualquiera en el mundo atlántico. Hoy es imposible ignorar la política popular decimonónica. No se puede entrar en los archivos sin ver en los documentos tantas historias como hay de campesinos, esclavos, indígenas, artesanos o jornaleros, quienes estuvieron luchando, votando, marchando, protestando, gritando vivas y mueras, reuniéndose en las sociedades democráticas y católicas y mandando peticiones, que tanto me gustan. Creo que los únicos que ignoran la política popular hoy son los que escriben sus historias desde su oficina, sin ensuciarse las manos con el polvo de los archivos. O son esos historiadores extranjeros que escriben sus historias globales de la democracia, el republicanismo o la abolición de la esclavitud. Y también el post-colonialismo, cuyas obras se basan en unas pocas historias viejas -y, por supuesto, escritas en inglés-, en las que América Latina o Colombia o México son completamente distintos de la Colombia o el México existente en los archivos. La historia global actual es una fantasía, pero una fantasía nefasta.