JANNETH RICO PRECIADO
«Arder es nombrarse con palabras jamás pronunciadas.
En la vigilia de las horas se escuchan alacranes en la carne».
JANNETH RICO PRECIADO
En «El refugio de los dioses» de Janneth Rico Preciado una mujer camina por los desiertos del sueño en busca de los dioses; esta sensibilidad y esta palabra son atravesa-das por la sustancia onírica y por el ritual -a veces so-lemne a veces salvaje de sus visiones y sus miedos. Rico Preciado, quien además de poeta es mezzosoprano, actriz de teatro y filósofa en formación, sabe como lo plasmó Gérald de Nerval que «el sueño es una segunda vida». En ese escenario nocturno de la sueñera el cuerpo y la danza son protagonistas y le ofrecen al lector la sensación -a veces placentera a veces angustiante- del movimiento de las sombras y de la luz. El lector apreciará en el presente bro una voz marcadamente lírica, visceral y nocturna. Esta poesía pasa primero por el bazo, el hígado, el corazón; y en ella titila la incertidumbre del «qué quiso decir», pero quedamos prendados de su ritmo y su hechicería. No hay en este puñado de poemas un verso que no duela, que no venga de lo ancestral, que no nos ofrezca una mujer abierta al misterio y a la vida.
FREDY YEZZED
Buenos Aires, marzo de 2023