BERNAL BERNAL GUSTAVO ALEJANDRO / TAVO GARAVATO
El velocímetro ha desacelerado y su aguja ha abandonado la zona roja, ya la presión ha cambiado y todo quedó en pausa... es la sensación que recuerdo de los primeros días luego de procesar la noticia, hay pandemia, no pueden salir, el festival se canceló, el vuelo ya no saldrá, la banda no vendrá, o las palabras más leídas por mail o whats up fueron debemos reagendar, no podemos pagarte... primero están nuestros empleados y las redes las sentí como una maratón de presión social más que de una conexión con los más cercanos, los conocidos o los que depuran lo que creen saber sin tener una pizca de empatía.
Estas primeras palabras fueron el loop por muchos días, semanas, creo que casi dos meses, fue un salto sin visualizar un terreno mental de aterrizaje, este recorrido en el vacío donde a ciegas encontré el silencio... reconocí mi silencio, volví a conocer mi silencio luego de ignorarlo y llenarlo solo con trabajo, compromisos sin ganas, de responsabilidades autoasignadas, en esa caída recordé cómo se abría el paracaídas, una estructura de seguridad armada por arte, películas, música, libros, mi hermano y amigos que compartieron sus saberes y al halar la cuerda para abrirlo volví 10 años atrás donde el arte me salvó, el que hacer, ensuciarme las manos y las canciones básicas punk donde solo entendía él, hazlo por ti mismo.
De esta forma toque el suelo y fue no olvidar la curiosidad, el crear con las manos y las piezas de un rompecabezas tomadas del conocimiento adquirido por el tiempo que tengo de nuevo.