RUIZ, LEON
El propósito del fotógrafo ha sido bien simple: retratar a la gente, dejándola vivir por sí misma en el retrato. Por eso, y no por casualidad, son retratos de cuerpo entero. El ser total del sujeto se hace presente. Un hito en la trayectoria del artista, y en la evolución de la fotografía colombiana, esos retratos avientan a la madurez: la anuncian y le ponen una señal distintiva. Es lo moderno. Son fotos que instalan el mundo, imágenes que ocupan la realidad. Y dan el conocimiento de una dignidad: la gente de Guayaquil, el casco histórico de Medellín.