EDDA ARMAS
Las manos. Sus líneas reveladoras, su capacidad de unir, de desatar memoria, de cuidar, romper, reconstruir. Las manos que bordan, que sudan, que acarician, que pueden llegar a empuñar un arma, son el motivo de que se vale Edda Armas para llevarnos por el camino muy personal de una escritura donde las luces alternan con las sombras, donde impera el fragmento, la alusión, la sugerencia, y donde el lenguaje, el gran portagonista, interpela al lector y a su particular experiencia, a fin de que se encuentren en algún recodo y se encienda la chispa del reconocimiento.
Piedad Bonnett