Decaído y triste, el señor Lobo no es el de antes. Debería hacer caso a los consejos de la Caperucita: caminar erguido, mirar con seguridad, sonreír. Para superar un mal día, quizá solo haga falta inhalar y exhalar
Artículos relacionados
Vista previa: LO QUE USTED NECESITA ES ESTIRARSE SEÑOR LOBO
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información