FERNANDO SALAMANCA
¿Qué tipo de coleccionistas fueron aquellos traficantes que en varias ocasiones le ofrecieron al Estado colombiano asumir el pago de su deuda externa y que
preferían una tumba en Colombia a una celda en los
Estados Unidos?
¿Será que por su origen y su formación no estaban
preparados para vivir fuera de Colombia, pues solo
aquí se sentían más seguros y podían lucir mejor sus
fortunas? Y, sobre todo: ¿Qué coleccionaron?
¿Quiénes se encargaban de satisfacer sus caprichos?
¿Fueron capaces de reconocerse en los objetos que
coleccionaron y construir un relato de sí mismos?
¿Y los críticos de arte colombianos? ¿Y las galerías?
¿Qué pasó después de la vorágine consumista de los
años ochenta y noventa?
Este libro es el resultado de intentar dar respuesta a
estos interrogantes.